La Cúrcuma suele ser conocida por ser un componente del Curry pero es una de las especias con más propiedades, beneficios o indicaciones medicinales.
Aquí en Occidente está siendo, durante las últimas décadas, objeto de muchísimos estudios con el fin de confirmar y explicar el porqué de sus propiedades.
El componente activo de la cúrcuma es la cúrcumina, que da además a la Cúrcuma su peculiar color amarillento.
Propiedades e indicaciones de la Cúrcuma
Es muy recomendable para aliviar el dolor ya que tiene un buen poder antiinflamatorio. Las personas con artritis encuentran en la Cúrcuma un buen aliado ya que calma el dolor y favorece la eliminación de toxinas.
Ideal en la lucha contra la formación de coágulos en la sangre ya que limita la agregación plaquetaria mejorando así la circulación y previniendo la arterosclerosis.
Favorece el buen funcionamiento del hígado ya que lo protege de toxinas, disminuye el colesterol, ayuda a que la bilis sea más fluida y puede colaborar, en algunos casos, en la lucha contra la hepatitis.
Puede reducir los niveles de glucosa en los diabéticos.
Muy conveniente en inflamaciones de la boca (enjuagues con el polvo) En caso de encías muy sensibles podemos cepillarlas con un poquito de polvo.
La Cúrcuma puede ser un buen aliado en la lucha contra el cáncer ya que
Favorece la eliminación de sustancias cancerosas.
Ayuda a nuestro cuerpo a producir sustancias anticancerosas como el Glutatión.
Además hemos de añadir su gran poder antioxidante (en algunos estudios se habla de que es hasta trescientas veces más potente que la vitamina E)
También podría ayudarnos en el control del crecimiento de los tumores ya que, ayuda a controlar los diferentes factores que favorecen su crecimiento.
En Oriente se suele usar también en casos de resfriados, gripes, infecciones y diarreas.
Las personas con asma y con mucha mucosidad bronquial se beneficiarán de su efecto expectorante.
En caso de enfermedades de la piel como dermatitis, hongos y psoriasis también se suele aplicar a nivel externo.
Ideal en problemas digestivos (digestión lenta, falta de apetito, gases, exceso o falta de ácidos gástricos, etc.)
Una sazón con sabor a bienestar.