ABANDONANDO LA RAZÓN SINTIENDO EL CORAZÓN
Una de mis experiencias personales y profesionales a lo largo de estos 24 años, fue hace ya mucho tiempo. Recuerdo un caballero Alto y fuerte que tendría más de 80 años, apareció en la calle San Agustín nª 1, donde el centro Anacerh comenzó sus primeros pasos y yo con él, como una madre con su hijo que tiene que ayudarle a crecer, un camino realizado gracias a la comprensión MI FAMILIA, a todas las personas que han pasado por mi vida sobre todo a mi amiga del Alma y a las personas que ahora están, entre ellas el grupo de las Flores del Campo en la que LOS NIÑOS son los verdaderos protagonista.
Desde lo profundo de mi corazón sin vosotros el centro Anacerh no hubiera podido crecer y seguir compartiendo todos estos conocimientos aprendidos, a lo largo de este tiempo de nuevo mil gracias.
Volviendo a esta experiencia que recuerdo con gran cariño, me viene a la memoria su imagen, donde llevaba en sus manos, un folleto publicitario del Centro Anacerh, en el que se anunciaba “Escuela de formación profesional y Personal más terapias, en Técnicas Naturales.”
Lo primero que me dijo fue: ¿es aquí donde hacen formación?
Por la edad, me extrañó que se interesara en un curso pero aun así decidí informarle. No obstante antes de acabar me replicó que no quería un curso, sino que había venido porque en el papel de la publicidad ponía escuela de formación profesional y personal. Que él lo que quería es La formación PERSONAL.
Entonces le pregunté qué era lo que quería aprender, y me dijo: no lo sé.
Empezó a hablarme de él. No comprendía qué le pasaba en su cuerpo que desde hacía años venía acusando una importante rigidez “sobre todo de cintura para abajo” que empeoraba cada día y le impedía caminar correctamente, debiendo ayudarse de un bastón y pudiendo dar sólo pasos muy cortos y lentos.
Llevaba años probando todo, pero nada le servía y encontró en la calle esta publicidad pensando que quizás le podíamos ayudar.
Le comenté que lo mejor era realizar unas terapias para intentar solucionar el problema a lo que contestó: ¡De acuerdo, pero yo quiero aprender!
En aquellos momentos en que estaba empezando en este mundo de la medicina Natural no entendí mucho lo que me pedía y su insistencia en aprender, ya que el problema era totalmente físico.
El primer día de consulta volvió a recordarme que lo que él quería era aprender y yo le contesté que haría todo lo que estuviera en mi mano.
Le realice algunas de mis terapias sobre todo relacionadas con el color y masajes en los pies
Me contaba orgulloso que había tenido un puesto importante en la Administración pública y que le gustaba aprender, conocer nuevas cosas y no quedarse estancado.
Era un hombre culto y educado, un caballero como he dicho al inicio.
También me habló sobre las duras experiencias que vivió en la guerra, otra vez la guerra…tan presente en nuestra historia.
Finalmente en una de las sesiones decidí preguntarle por su familia, ya que nunca hablaba de ella, y fue entonces cuando me contestó con un tono de voz muy diferente a como hablaba normalmente, y me dijo que tenía una espina en el corazón. Habrá que sacarla contesté yo, y respondió con lágrimas en los ojos y voz entrecortada con un tímido sí.
Y así fue como llegamos a la causa de su rigidez. Me habló de su hijo, un triunfador que después de haber llegado a lo más alto en todas las esferas de la vida “prestigio, dinero, familia” lo perdió todo por culpa de su adicción al Alcohol.
Llamaremos a esta reacción, que es la adicción el VACIO DEL ALMA. En el siguiente video terminare de contaros como termino esta experiencia que tanto me enseño después de 24 años, sobre todo a nivel PERSONAL y por supuestos AHORA tambien a nivel Profesional.