¿Notas las piernas cansadas, calambres, aumento de varices,  hormigueos, hinchazón o picores?

Si es así, seguramente padezcas lo que se denomina el síndrome de piernas cansadas.

¿Cuáles son las principales causas?

Insuficiencia venosa

Desarreglos hormonales

Retención de líquidos (sobre todo durante la menstruación y el embarazo)

Exceso de sal

Sedentarismo

Mala postura

Cansancio

Calor

Incluso medicamentos como antidepresivos o anticonceptivos.

¿Cómo podemos evitar padecer el síndrome de piernas cansadas?

En primer lugar es fundamental llevar una dieta equilibrada, con alimentos ricos en fibra. Además deberemos ingerir mucho líquido, evitando bebidas azucaradas o con gas.

Por otro lado, es fundamental la práctica de ejercicios, sobre todo aquéllos que potencien la musculatura del tren inferior como andar, montar en bici o nadar.

¿Cómo podemos calmar las molestias?

Tumbarnos con las piernas en alto, para ayudar al retorno de la sangre-

Darnos duchas de agua fría en las piernas.

Realizarnos masajes ascendente, desde los pies hasta los muslos.

Evitar tacones altos.

Evitar ropa muy ajustada.

Evitar pasar muchas horas en la misma posición (de pie o sentado).

Además, recomendamos la visita a un fisioterapeuta profesional que podrá ayudarte a reducir la sensación de piernas cansadas, reduciendo la hinchazón y ayudando a una correcta circulación de las venas.

Algunos tratamientos son:

Presoterapia: muy recomendable para eliminar líquidos y mejorar la circulación.

Drenaje linfático: perfecto para eliminar la retención de líquidos. Se trata de una técnica de mesoterapia que favorece el funcionamiento del sistema linfático, especialmente indicado para casos de acné, celulitis, edemas, varices, piernas cansadas o fibromialgia.